TÉCNICA: Lost wax / Cera perdida
TAMAÑO: 38 x 13 x 33 cm
AUTOR: Leonora Carrington

In this work, Leonora Carrington employs the dog as a symbol imbued with mystical and transcendent meanings. True to her surrealist style, the dog is not merely an earthly companion but a guide facilitating the crossing into the underworld, representing the transition to the other side of life.

This animal, revered by the gods in many cultures, becomes a spiritual bridge, a guardian leading the soul toward the light in its journey of transcendence. The figure of the dog in this sculpture highlights the connection between the human and the divine, inviting us to reflect on life, death, and rebirth.

The piece embodies Carrington's exploration of the unknown and the fantastical, reminding us that in her artistic universe, every symbol is a doorway to the deepest mysteries of existence.

En esta obra, Leonora Carrington utiliza al perro como un símbolo cargado de significados místicos y trascendentes. Fiel a su estilo surrealista, el perro no es solo un compañero terrenal, sino el guía que facilita el cruce al inframundo, representando el paso hacia el otro lado de la vida.

Este animal, adorado por los dioses en muchas culturas, se convierte en un puente espiritual, un guardián que conduce el alma hacia la luz en su viaje de trascendencia. La figura del perro en esta escultura resalta la conexión entre lo humano y lo divino, invitándonos a reflexionar sobre la vida, la muerte y el renacer.

La obra encarna la esencia de la exploración de Carrington sobre lo desconocido y lo fantástico, recordándonos que en su universo artístico, cada símbolo es una puerta hacia los misterios más profundos de la existencia.